En el mundo de los negocios modernos, a menudo la palabra clave suele ser la misma: reducir los costes.
En un escenario de profunda crisis económica, también a nivel internacional, es difícil hacer frente a los gastos necesarios para intentar aumentar nuestro negocio.
De hecho, las ideas y las habilidades empresariales a menudo chocan con los costes de gestión y de los equipos informáticos que, sobre todo para las pequeñas empresas, son muy difíciles de afrontar.
En los últimos años, precisamente para cubrir esta necesidad, se ha desarrollado el llamado arrendamiento operativo, que permite a las empresas tener acceso a determinadas infraestructuras y tecnologías que poseen otras empresas, pagando únicamente por su uso, a costes muy reducidos en comparación con la compra masiva de dichas tecnologías.
Se trata de un cambio sustancial en la forma en que se vende la tecnología.
Veamos ahora cómo se articulan los distintos aspectos del arrendamiento operativo.
El arrendamiento operativo, también llamado alquiler operativo o leasing operativo o renting de bienes instrumentales, consiste en el arrendamiento de un bien o un servicio que sigue siendo propiedad de la empresa arrendadora, pero que el comprador puede utilizar en los plazos y modalidades establecidos en un contrato.
Al finalizar el contrato, no se puede reclamar la propiedad del bien, pero mediante adaptaciones del contrato se pueden modificar algunas condiciones, como la calidad del servicio o también la actualización de la tecnología utilizada.
Las formas de pago también pueden ser muy diferentes, ya que pueden variar según las necesidades que tenga el usuario al planificar el presupuesto de gasto deseado.
En cualquier negocio que gire en torno al uso de sistemas informáticos, esta modalidad ha cobrado especial popularidad en los últimos años, haciendo que sea muy conveniente para las empresas, que pagan realmente en función de sus necesidades de uso y ahorran importantes costes por la infraestructura física.
Además, el ahorro también se obtiene en los costes de instalación y en el mantenimiento de la tecnología, que claramente requieren la formación de profesionales especializados.
El arrendamiento operativo de bienes instrumentales aporta indudables ventajas también en cuanto a la fiscalidad. De hecho, no se producen aumentos de capital que aumenten el pago del impuesto de sociedades. Las cuotas pagadas por el arrendamiento operativo de bienes instrumentales se deducen por el criterio de caja y no por devengo, por lo que se pueden deducir a efectos del impuesto de sociedades sin limitación de duración mínima.
El arrendamiento operativo de bienes instrumentales encuentra su mejor y más natural aplicación en el sector de la informática y las telecomunicaciones, sectores donde la compra de infraestructura física, en cuanto a equipos y sistemas, puede resultar realmente costosa, sobre todo para una pequeña o mediana empresa.
Por lo tanto, existen servicios de arrendamiento operativo para ordenadores, portátiles o dispositivos como impresoras, monitores, fotocopiadoras y escáneres.
Centrándonos más en la infraestructura tecnológica, el arrendamiento operativo también se puede contratar para servidores, dispositivos de red o equipos de red.
Y no solo para equipos, el arrendamiento operativo también se puede aplicar a determinados programas informáticos, y el servicio a menudo también incluye formación y asistencia para aprovechar al máximo el uso del producto.
Por último, consumibles, como los toners, para los que existen contratos que, además de suministrar los productos también se encargan de su eliminación a partir de cálculos sobre el uso real del bien por parte de la empresa.
Para los usuarios finales una solución de arrendamiento operativo es sin duda muy conveniente.
De hecho, se puede disponer de equipos informáticos siempre actualizados y con el mejor rendimiento, a menudo a un coste inferior que la compra, al que se debería sumar los costes por la formación y el mantenimiento de la tecnología utilizada.
Además, un arrendamiento operativo permite que los usuarios finales también dispongan de una gran variedad de productos y servicios de los mejores proveedores del mercado.
El cliente final puede beneficiarse de una gran flexibilidad, ya que encontrará la solución perfecta a sus necesidades de negocio en función del presupuesto disponible.
Otra ventaja indudable de este tipo de elección es el hecho de no tener, una vez finalizado el contrato, gastos por la eliminación de tecnología de ningún tipo. En el caso del arrendamiento de un servicio de software, y el consiguiente uso de datos sensibles, con un arrendamiento operativo también se paga la eliminación de estos datos como exige el reglamento RGPD.
El servicio de asistencia para los dispositivos o servicios arrendados está siempre garantizado, así como poder optar por disfrutar de un seguro para estar cubiertos en caso de daño o robo de los dispositivos.
Para los usuarios finales, la contratación es muy sencilla: se acuerdan con el distribuidor las condiciones generales de sus necesidades para continuar después simplemente solicitando los productos que necesitan, para poder disponer así de tecnologías siempre actualizadas.
Las ventajas de contar con una plataforma para el arrendamiento operativo de bienes instrumentales son, por lo tanto, muy interesantes.
Ibérica sur ofrece a sus clientes un modelo de servicio de arrendamiento operativo que simplifica considerablemente la adopción de hardware y software siempre actualizados y con el mejor rendimiento para sus clientes, lo que reduce significativamente los costes tanto para los distribuidores como para los clientes finales.
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